México:
Ante la permanente crisis del servicio de agua potable en continentes tercermundistas como África, entre otros más. Archie Read, un estudiante de 21 años, que va por el tercer año de arquitectura en la Universidad de Dundee, en Escocia, tuvo la genial idea de crear a “Sandi”, un ingenioso inodoro que funciona sin agua.
Este joven pasó dos años realizando sus prácticas profesionales en una empresa de saneamiento en el continente africano, conociendo continentes como Kenia y Madagascar, este último fue el que lo motivó al joven estudiante a desarrollar el increíble retrete.
De acuerdo con un informe publicado en el sitio web de El Español, el futuro arquitecto se dio cuenta que, para zonas como las que conoció en Madagascar con problemas de agua potable, era necesario proporcionar inodoros sin agua.
Sin imaginarlo o tener la menor idea, Read se encontraba trabajando en el sexto Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), “Agua limpia y sanamiento”, que exige ciertos requisitos para que se cumplan los niveles sanitarios requeridos. Y que gracias a su idea esto pudo ser posible de alguna manera el resolver este dilema y apoyar a los necesitados.
Read tenía que tener en cuenta ciertos factores a la hora de su fabricación. Principalmente el contexto en que viven las familias tercermundistas, las carencias, las necesidades y el nivel económico tan precario en el que viven en esa sociedad.
En segundo lugar, tener la capacidad de tratar los desechos y la orina de cada hogar de una manera eficiente sin acumulamiento y sin la utilización de agua, durante un periodo largo de tiempo o considerablemente decente para una buena calidad de vida supliendo esta necesidad básica.