Joaquín Sabina enamoró al público de Guadalajara en un concierto con sabor a poesía y despedida.
El compositor español reaparece en los escenarios con su gira «Contra Todo Pronóstico» en la que ha dado indicios de cortarse la coleta, como el torero que siempre soñó ser.
Sabina regresó en solitario a la Ciudad después de su última presentación en 2017.
«Esta gira nadie sabe, ni siquiera yo, si será la última pero que puede serlo. ¡¿Cómo íbamos a dejar a Guadalajara fuera?! Yo le debo mucho a este País», dijo Sabina en su primera interacción con los asistentes.
Con un sold out en taquilla, el público abarrotó las butacas del Auditorio Telmex para corear los éxitos del «Flaco de Úbeda», mientras él, firme en el escenario y con su inseparable bombín, permaneció sentado en gran parte del concierto por los estragos de aquella caída en el WiZinkCenter de Madrid.
A sus 74 años, -y 45 de ellos dedicados a la música-, su voz ha perdido fuerza, es más áspera, pero la poesía de su repertorio permanece intacta.
El viaje por la nostalgia comenzó con la canción «Cuando Era Más Joven», y le siguieron «Sintiéndolo Mucho», «Lo Niego Todo», «Mentiras Piadosas» y «Lágrimas de Mármol», que emocionó a los asistentes.
Con tequila en mano para brindar, con los colores patrios en el escenario y las imágenes de fondo de Chavela Vargas y José Alfredo Jiménez, cantó «Por el Bulevar de los Sueños Rotos», un tema que conmueve con ese sentimiento mexicano que presume Sabina.
Entre canción y canción recitaba versos que antecedían a grandes éxitos como «Peces de Ciudad», «19 Días y 500 Noches», «Y Sin Embargo», «Noches de Boda», «Y Nos Dieron las Diez» y «Princesa», que fueron las más coreadas para poner al público de pie.
Utilizó tres sobrios y elegantes vestuarios durante los descansos para que la portentosa voz de Mara Barros también conquistara al público tapatío.
Días atrás en su arribo al País, Sabina decía que México es como el primer amor porque nunca se olvida. Como seguramente el público no olvidará la noche que les brindó. La que puede ser la última en Guadalajara.