A Metronomy le quedó pequeño el escenario donde se presentó ayer, el tercero en tamaño del cartel del C. Capital.
A los lados del escenario, incluso trepada en árboles o en stands de marcas, la gente daba hasta empujones para ver al grupo británico.
«Muchas gracias, público de Ciudad de México. Gracias a todos los que están con Metronomy, es increíble. Gracias por estar con nosotros y elegirnos», dijo Joseph Mount, multiinstrumentista, productor y vocalista.
Canciones como «The Look», «The Bay» y «Everything Goes My Way» formaron parte de su presentación, que llenó de pop electrónico el lugar.
«Son unos inconscientes. Si hay un cartel con Pet Shop Boys, Blur, Pulp, Metronomy y The Cure, lo mínimo que debieran poner son más sillas o bancas para sentarse. Venimos personas de más de 40 o 50 años, ya traemos dolor de rodilla y ciática, no somos los mismos chavos que antes. Uno despierta bien adolorido al día siguiente», se quejó Pablo, de 45 años, asistente al festival.
También Parcels, banda australiana, deleitó con su propuesta indietrónica en el escenario principal, frente a la rueda de la fortuna y la tira de globos de led que bailaban con el viento.
El quinteto creó una atmósfera de fiesta retro al mezclar disco, funk, electro y armonías vocales.
«¿Cómo estás, CDMX? Estamos emocionados de estar aquí esta noche para tocar nuestra música conmucha pasión. Vamos todos juntos a bailar», dijo Jules Crommelin, vocalista, para invitar a todos al ritmo de «Lightenup».
En sus efectos visuales usaron la estética vintage en blanco y negro, y a veces en tonos sepia, para dar la noción retro. Las luces parpadeaban y seguían el ritmo de cada beat.
«Chicos, qué gusto verlos de nuevo. Queremos que nos hagan segunda en los coros», pidió el vocalista con «Tieduprightnow».
«¡Oé, oé, oé, oé, Parcels, Parcels!», gritó el público. Los músicos hicieron una pausa para disfrutar la ovación e hicieron una reverencia de agradecimiento antes de «Overnight».
Además de presentarse en el escenario principal, Kasabian disfrutó las primeras mieles que ofrece el festival capitalino: una multitud con actitud y sedienta de rock alternativo.
La participación del grupo inglés fue concisa, de apenas 50 minutos, pero explosiva. El sol ya se había escondido y la luna comenzaba a brillar, un momento perfecto.
Con chaqueta de piel con estrellas, Sergio Pizzorno, vocalista y líder del conjunto, salió al entarimado sorprendido por la cantidad de gente.
«Los extrañábamos, gracias por estar aquí, son muchísimos, nos vamos a divertir esta noche. Es hermoso, ustedes son como un maldito sueño», saludó.
Éxitos como «L. S. F.» y «Club Foot» hicieron vibrar el suelo del Autódromo; hasta hubo tiempo para reversionar «One More Time», de Daft Punk.
«Fire», sin duda su tema más conocido, de 2009, marcó el final de su presentación a las 18:40 horas.