Graham Potter quitaba hierro al asunto antes del derbi londinense entre Chelsea y Arsenal: «No creo que debamos centrarnos en él (Pierre-Emerick Aubameyang). Es una parte importante del equipo para nosotros, pero hace falta todo el mundo, no sólo una persona. Entiendo el interés en torno a él porque es el Arsenal». Creo que está deseando que llegue el partido, emocionado. Ha sido bastante normal diría yo, un tipo bastante tranquilo».
Un partido que siempre ha tenido una gran rivalidad, desde los choques entre José Mourinho y Arsène Wenger, o de leyendas gunners vestidas de blue, como el caso de Cesc Fàbregas, un Chelsea-Arsenal es siempre especial. Más aún con el factor Aubameyang, jugador que salió del Emirates Stadium por la puerta de atrás.
Domino del Arsenal
Pese a jugarse en el feudo del Chelsea, eran los de Mikel Arteta quienes aglutinaban las ocasiones en la primera parte. Avisaban los gunners en los primeros minutos, con llegadas de Gabriel Magalhaes (a la postre vital) y Bukayo Saka. La primera tarjeta del partido la recibía un Aubameyang muy motivado, por una dura falta sobre Ben White.
El cuadro armero no conseguía transformar todas sus ocasiones en goles, por lo que el partido se encaminaba al descanso sin cambios en el electrónico. El guion en la segunda parte cambiaba en los primeros compases, con los locales buscando la portería de Aaron Ramsdale. Pero, el nivel del Arsenal se iba imponiendo con el paso del tiempo.
Magalhaes, otra vez clave para Arteta
Si bien Mendy lograba salvar a los suyos frente a Gabriel Jesús, sería otro Gabriel, Magalhaes, quien superaba al meta senegalés. Un corner botado por Saka terminaba con el central brasileño rematando solo en el segundo palo. Un gol que, por fin, marcaba el dominio de los huéspedes en Stamford Bridge.
Pese al gol marcado, el plan de Mikel Arteta no cambiaba y el Arsenal llevaba la delantera. De igual forma, los de Potter se volcaban al ataque para buscar la igualada en el marcador. Sin tiempo para más, los de Arteta se llevan una victoria clave en el sueño por la Premier League, recuperando el liderato frente al Manchester City, principal candidato al título.